Las juntas engrasadas generalmente no se recomiendan para la mayoría de las aplicaciones. He aquí por qué:
Propósito de las juntas:
Las juntas están diseñadas para crear un sello entre dos superficies, evitando la fuga de fluidos o gases. Confían en la compresión para llenar las imperfecciones y forman un sello apretado.
Efecto de la grasa:
Aplicar grasa o aceite a una junta puede comprometer su capacidad de sellar de manera efectiva. Puede hacer que la junta se escape durante la instalación o reduzca la fricción necesaria para mantener una compresión adecuada.
Compatibilidad de material:
Ciertos materiales de la junta, como caucho o polímeros específicos, pueden degradarse cuando se exponen a aceites o grasas, lo que lleva a una falla prematura.
Excepciones:
Hay escenarios específicos en los que se puede recomendar una aplicación ligera de un sellador o compuesto anti-Seacte, como:
Juntas de metal (por ejemplo, juntas de cabeza) cuando el fabricante especifica un sellador.
Juntas de tubería roscadas donde se requiere un lubricante o sellador para garantizar el asiento adecuado.
Aplicaciones de alta temperatura donde se utiliza un compuesto anti-Seis de alta temperatura.
Siga las pautas del fabricante:
Siempre consulte las instrucciones del fabricante para la junta y la aplicación específicas. Si recomiendan un sellador o lubricante, use el producto especificado.
En resumen:
A menos que el fabricante lo recomiende explícitamente, evite engrasar las juntas para garantizar un sello adecuado y evitar posibles problemas.